Queridos hijos, el Señor os ha elegido y espera mucho de vosotros. Buscad fuerzas en la oración, pues sólo así podéis soportar el peso de las pruebas por venir. Los sacerdotes y fieles que aman y defienden la verdad serán cada vez más perseguidos. Para los Ministros de Dios el dolor será mayor, pues serán juzgados y condenados. Coraje. Vosotros que fuistéis escogidos por el Señor, resistid a toda persecución. Mi Jesús estará a vuestro lado y Sus bendiciones estarán siempre con vosotros. Como el Señor ha escogido en el pasado al profeta Amos y se le ha confiado correcciones severas a los infieles; vosotros que sois del Señor, anunciad y defended la verdad siempre, aunque que seáis lanzados fuera, pero siempre estaréis en el Corazón de Mi Hijo Jesús. En éstos tiempos difíciles, el Señor necesita hombres y mujeres que asuman su verdadero papel de cristianos que defienden la Verdadera Enseñanza de la Iglesia de Mi Jesús. No os olvidéis: A quien se haya dado mucho, mucho se le cobrará. Adelante sin miedo. Vuestra recompensa vendrá del Señor. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.