Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre Dolorosa. Sufro por aquello que viene para los hombres y mujeres de fe. El humo del demonio entró en la Casa de Dios, causando ceguera espiritual en muchos consagrados. No os olvidéis: Las enseñanzas de Mi Hijo Jesús acerca de la defensa de la fe son claras: Sí cuando es Sí; No cuando es No y eso basta. Lo demas son medias verdades, que es obra del demonio. Los que aman la verdad deben imitar a Mi Hijo Jesús. Los traidores de la fe podrán ser superados por la verdad. Suceda lo que suceda, permaneced con las Verdaderas enseñanzas del Magisterio de la Iglesia de Mi Jesús. No temáis. Abrid vuestros corazones y dejad que la Gracia de Mi Señor os dé la fuerza y valor. La Iglesia de Mi Jesús experimentará gran prueba, pero al final será victoriosa. Orad para que Ella vuelva a ser como Jesús la confió a Pedro. Estad atentos. Como os he dicho en el pasado, el gran plan del demonio es destruir toda la verdad enseñada acerca de la Eucaristía y de la Vida Consagrada. Orad. Orad. Orad. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.