Queridos hijos, adelante con coraje y alegría. Dios está a vuestro lado. Abrid vuestros corazones y aceptad la voluntad de Dios para vuestras vidas. Alejaros definitivamente de todo mal y servid al Señor. En Él está vuestra esperanza y salvación. Confiad en Aquél que os ama y os conoce por el nombre. Yo soy vuestra Madre y sufro por aquello que viene para vosotros. Un doloroso acontecimiento sucederá en Matabeleland Norte y se repetirá en Salta. Doblad vuestras rodillas en oración. He aquí el tiempo de grandes pruebas para Mis pobres hijos. Los que están en Matabeleland Sur vivirán momentos de grandes aflicciones. Estad atentos. Dios tiene prisa. Lo que tienes que hacer, no dejéis para mañana. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.