Queridos hijos, volved a Mi Hijo Jesús, presente en todos los sagrarios de la Tierra. Dejaros atraer por la gracia que emana de la Eucaristía. Jesús está presente en Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. Mi Jesús que llamó a los pecadores y los bendijo os llama en la Eucaristía. Él cautivó a los jóvenes y enseño os llama en la Eucaristía para enseñaros y haceros grandes en la fe. La humanidad vive alejada del Salvador y hambrienta de Su gracia. Alimentaros con el precioso alimento de la Eucaristia y dejad que las palabras de Mi Jesús transforme vuestras vidas . Purificad vuestros corazones y dejad que la Luz Divina penetre en vosotros. Mi Jesús os llama y os espera. Estad listos por médio del Sacramento de la Confesión para recibirlo. No debéis huir de Él. Días vendrán en que los hombres buscarán el precioso alimento pero en pocos lugares encontrarán. Coraje. Lo que tienes que hacer, no dejéis para mañana. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.