Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para animaros y deciros que sois amados, uno por uno, el Padre, el Hijo, por medio del Espíritu Santo. Abrid vuestros corazones y aceptad Mis llamadas. Él Señor está muy cerca de vosotros y jamás os dejará. Escuchadme. Decid a todos que Dios tiene prisa y no hay más tiempo que perder. Lo que tienes que hacer, no dejéis para mañana. Coraje. Cuando todo os parece perdido vendrá a vosotros una gran alegría. El Señor enjuagará las lágrimas y veréis el triunfo de Mi Inmaculado Corazón. Un acontecimiento doloroso se dará en Bisqueque y se repetirá en São Gonçalo. Sufro por aquello que viene para vosotros. Doblad vuestras rodillas en oración. No os alejéis del camino de la justicia y santidad. He aquí los tiempos predichos por Mí. Estad atentos. No retrocedáis. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Estén en paz.