Queridos hijos, Yo soy vuestra Madre dolorosa y sufro a causa de vuestros sufrimientos. Tened valor. Dios está a vuestro lado. No hay victoria sin cruz. Llenaros del amor de Dios para ser fuertes en las pruebas. Procurad cultivar buenos sentimientos y sed ejemplo para todos vuestros hermanos. No os desaniméis. Rogaré a Mi Jesús por vosotros. Rezad, rezad, rezad. La humanidad está enferma y necesita ser curada. Terra Bella sin belleza. He aquí el tiempo de dolores para Mis pobres hijos. California necesitará de socorro. Doblad vuestras rodillas en oración por sus habitantes. Adelante sin el miedo. Quién está con el Señor nunca será derrotado. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.