Queridos hijos, amad y perdonad. Toda discordia crea falta de amor. No permitáis que el demonio venza. Pertenecéis al Señor y sólo a Él debéis seguir y servir. Vivís en un tiempo doloroso. Amaros con el Amor de Mi Hijo Jesús. El amor es más fuerte que la muerte y más poderoso que el pecado. Estad unidos en la oración y en la escucha de la Palabra de Dios. Yo soy vuestra Madre y vine del Cielo para llamaros a la conversión. Huid del pecado para ser grande a los ojos de Dios. Conozco cada uno de vosotros por el nombre y os pido que viváis Mis llamados. Dios necesita vuestro Sí. No retrocedáis. La humanidad beberá el cáliz amargo del sufrimiento. Volved. Lo que tenéis que hacer, no lo dejéis para mañana. Os amo y estoy con vosotros. Coraje. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.