Queridos hijos, Pedro encontrará Judas en su camino. Piedra sobre piedra. Os pido que intensificad vuestras oraciones por la Iglesia de Mi Jesús. El humo del demonio penetró en la Iglesia y cegó a muchos consagrados. Sufro por aquello que viene para vosotros. Sed hombres y mujeres de fe. No permitáis que la llama de la fe se apague dentro de vosotros. Tened valor. Permaneced en la verdad y defendedla. Después de toda tribulación espiritual vendrá a la victoria. Adelante sin miedo. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.