Queridos hijos, los habitantes de Usa gritarán por socorro y el dolor será grande para mis pobres hijos. Arrepentiros y volved Mi Hijo Jesús. No permitáis que el demonio os esclavice y os aleje de Dios. Sois pertenencia del Señor y las cosas del mundo no son para vosotros. Llenaros del Amor de Dios y el todas partes testimoniad vuestra fe. Yo soy vuestra Madre y vine del cielo para conduciros a Aquél que es vuestro Todo. No crucéis los brazos. Doblad vuestras rodillas en oración. La humanidad está en el camino de la autodestrucción que los hombres prepararon con sus propias manos. Sufro por aquello que viene para vosotros. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.