Queridos hijos, amad la Verdad y en todo procurad imitar a Mi Hijo Jesús. La humanidad se há contaminado con el pecado y necesita ser curada. Arrepentiros, pues el arrepentimiento es el primer paso a dar en el camino de la conversión. Soy vuestra Madre y sufro a causa de aquello que os espera. Muchas regiones de la Tierra cargarán pesada cruz. Dolorosos acontecimientos afectarán a Mis pobres hijos. Orad. Johannesburgo temblará. Perderá su gloria y su fama. La muerte pasará por Turquía y los hombres experimentarán grandes sufrimientos. En el Oiapoque los hombres llorarán y lamentarán. El dolor será grande. Sed valientes y que no retrocedáis. Dios está con vosotros. Suceda lo que suceda confiad en el Señor. Este es el mensaje que hoy os transmito en nombre de la Santísima Trinidad. Gracias por haberme permitido reuniros aquí una vez más. Os bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Quedad en paz.